Fidel es el niño nuevo de la clase, su papá y su mamá son oficiales del ejército, por lo que cada vez que los envían a una nueva ciudad en alguna misión, él y sus otros dos hermanos mayores tienen que viajar con ellos y cambiar de colegio, según me contó en el recreo, han cambiado más de tres veces en los cinco últimos años.
Es un niño muy agradable, tiene unas gafas con marco azul como el color de sus ojos, el pelo es cortito y negro, es más bajito que yo, me hace reir mucho y me gusta compartir mis recreos con él. Mis compañeros no le han hecho fácil su traslado, en varias oportunidades antes de que nos hicieramos amigos, lo había visto solo leyendo cuentos de piratas al lado de las areneras, o con sus hermanos, quienes siempre están preocupados por él y tratan de hacerle compañía en los descansos.
Su mamá vino el viernes pasado con unas invitaciones muy bonitas de cumpleaños, para que todos los niños de la clase asistiéramos a la fiesta que le va a hacer y aunque no sé mucho de piratas, le pedí a mi mamá que me hiciera un bonito disfraz, me llevara a comprarle un regalo que pudiera gustarle y me ayudara llamando a todas las otras mamás para que obligaran a sus hijos a ir a la fiesta, no quiero que en su cumpleaños la pase triste.
Como he tenido ya varios cumpleaños, el próximo será mi ochoavo (como dicen mis papás), sé que da mucha angustia esperar a que lleguen todos los invitados, por lo que le dije a mi papá y a mi papá que me llevaran un poco antes de la hora. Llegamos quince minutos antes y me da mucho gusto ver que ya varios compañeros están en la fiesta, su mamá nos abrió la puerta en compañía de Fidel:
- Hola Juliana, cómo estás de bonita con tu disfraz.
- Señora Mamá de Fidel, ¿cómo está? -Mi mamá dice que debemos ser muy respetuosos con los adultos. -Ella me sonríe y me dice.
- Muy bien, muchas gracias por preguntar.
- Me lo hizo mi mamá, es rosado porque es mi color favorito. -Le respondo.
- Pirata Fidel, ¡¡Feliz cumpleaños!! -Le dice mi papá a mi amiguito.
- Muchas gracias. -Le responde.
- ¡¡Mira!! te traje un regalo, lo escogí yo, así que espero te guste. -Se lo quito a mi papá de las manos y se lo entrego Fidel, quien abre los ojos al verlo y me dice.
- ¡¡Muchas gracias!! ¿Lo puedo abrir? -Pregunta mirando a su mamá.
- Habíamos acordado que los abrirías al final de la fiesta, pero como te lo trajo tu amiga especial, te dejaré hacer una excepción, vamos a la salita y lo abres.
- Ven vamos. -Fidel me agarra la mano y salimos corriendo hacia la salita que nos indicó su mamá.
- ¡¡No corran!!, no sé ni para que me molesto. -Dice la mamá de Fidel.
- Tranquila, Maria siempre les dice en casa y nunca hacen caso, siempre tienen prisa de descubrir algo nuevo. -Le responde mi papá.
- Maria, Julian ¿quieren algo de tomar?, los adultos estamos en el jardín, esperando para comenzar la búsqueda del tesoro.
- ¿Hay muchos adultos? -Pregunta mi mamá.
- No sabíamos si iban a venir muchos amiguitos, por lo que los hermanos y Daniel nos preparamos para compartir con él en caso de que no vinieran. -Le responde la mamá de Fidel.
- Mil gracias por llamar a todas las mamás. -Le dice el papá de Fidel a mi mamá y es en ese momento cuando yo dejo de escucharlos, porque veo la cara de mi amigo y no sé si es de sorpresa o es que no le gusto mi regalo.
- Si no te gusto, mi mami me dice que le puedes decir a tu mamá que lo cambien. -Le digo un poco apenada.
- No, no es eso, es que... es que...
- Es la mascota de su pirata favorito. -Me dice su hermano mayor.
- La había pedido desde el año pasado, que suerte que no se lo regalamos antes. -Dice su otro hermano, mientras le ayuda a colgarsela del hombro con el ganchito que trae.
- Estás muy bonita con tu parque de corazón rosado. -Me dice el papá de Fidel.
- Ya es hora de comenzar el juego.
- ¿Ya llegaron todos? -Pregunta Fidel extrañado.
- De hecho llegaron más personas. -Le dice uno de sus hermanos
- ¿En serio?
- Si, tu amiga Juliana estuvo muy pendiente de que todos vinieran. -Dice la mamá de Fidel mientras me lleva de la mano a donde va a comenzar la búsqueda del tesoro.
El papá de Fidel nos lee las reglas, cada grupo tendrá un adulto para evitar que nos perdamos, el que llegue al tesoro será el ganador, el segundo y tercer puesto serán para quien recolecten más pistas. Fidel y yo escogimos el grupo con el papá de Fidel y mi mamá.
- Fidel, ¿estás seguro que tu papá es un señor de inteligencia? -Le pregunto bajito a mi amigo.
- Juliana, te aseguro que lo soy. -Me responde riendose.
- ¡Juliana! no seas irrespetuosa.
- Mami, ni siquiera sé que es eso. -Lo que le da más risa a mi mamá.
- Lo que pasa es que si es de inteligencia no la está usando, porque no hemos encontrado sino dos pistas. -Le digo, haciendo que se sonroje más.
- Perdónanos. -Le dice mi mamá al papá de Fidel.
- ¿Por qué? si tiene razón, en estos juegos, mis hijos siempre son los mejores. Y una vez dice eso, el hermano mayor de Fidel grita que ha encontrado el tesoro.
- Perdón. -Le digo triste a mi amigo.
- ¿Por qué? -Me pregunta extrañado Fidel.
- Porque no encontraste el tesoro de cumpleaños. -Le digo triste.
- Oh, pero si lo hice. -Me dice riendo.
- Pero si tu hermano lo trae en el hombro. -Le digo señalando a su hermano.
- Es que yo encontré antes el verdadero tesoro.
- En serio, ¿Cuándo?
- Cuando te conocí. -Me responde sonriendo.
Nickinaihaus
Nickole Naihaus L.
Nickole Naihans L.
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