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¡¡¡Mi principe de cuento!!! o mi sapo encantador...

Actualizado: 21 nov 2020


Naveen (1) mi príncipe ideal, o debería decir mi sapo ideal. Es gracioso, tiene una vena artística y una sonrisa que derrite a más de un corazón, además de que siempre le pone buena cara a la adversidad y no sobra decir que, con la dosis correcta de amor, se logró convertir en gran trabajador. La última vez que lo vi fue antes de emprender una nueva aventura con mi mejor amiga y compañera de piso, Lara, quien me invitó a pasar con con ella una vacaciones en Riviera Maya.


- ¡¡¡Vamos a pasarla súper rico!!! -Me dice Lara.

- Son tus compañeros de la empresa, no los conozco bien y no sabes cómo se lo van a tomar tus jefes. -Le contesto poco convencida, la verdad es que me harían bien unas vacaciones.

- De Julian y Diego. -Me dice entregándome un sobre al parecer de parte de sus jefes, el cual luego de abrirlo puedo ver que contiene un tiquete de avión y una reserva de hotel.

- ¿Es en la Riviera Maya?

- Mar, arena, comida exquisita, algún príncipe azul, ¿es la vida que nos merecemos?

- Me conformo con un encantador sapo.


Desde el día de su invitación han pasado ya 4 días, 4 días desde los que conocí al hombre que nació para ocupar los zapatos de mi preciado Naveen es decir, desde que conocí a mi futuro príncipe o debería decir a mi futuro sapo. Estaba saliendo de mi cuarto para encontrarme con Lara en la piscina, cuando choque contra una pared de concreto, o al menos así lo sentí, hasta el momento en que esa pared me tomo por los brazos para evitar que cayera de nalgas contra el piso. Era un hombre acuerpado, con piel color canela, ojos color avellana y una sonrisa de ensueño.


- Señorita ¿se encuentra usted bien? - El cerebro no me responde, para un momento en que necesito de mis neuronas, ellas se van a broncear a la playa.

- Disculpe señorita, ¿nos conocemos? -Me pregunta algo desconcertado.

- No creo, ¿por qué lo pregunta? -La verdad es que es un hombre muy atractivo, además de elegante.

- Porque se ha quedado usted mirándome por algún tiempo y no ha contestado mi pregunta. -Me dice, mostrando una sonrisa encantadora, algo que lo hace aún más atractivo.

- Disculpe, no quería ser grosera, lo que pasa es que tuve que reacomodar mis parámetros de belleza para poder procesarlo a usted de manera correcta. -No puedo creer que haya sido tan directa, mis mejillas deben tener el color de las amapolas.

- Me está diciendo usted de una manera bastante intelectual, ¿que le parezco atractivo? -Justo en el momento en que le iba a contestar, le sonó el teléfono, al parecer una llamada urgente, porque tuvo que despedirse de manera apresurada. Por lo poco que pude oír, le estaban esperando para una reunión con algunos directivos.

- Es sin lugar a dudas el hombre más apuesto que he conocido, lo siento Naveen, aunque siempre estarás en mi corazón, ese hombre que acaba de salir corriendo, te ha desplazado al puesto dos en el podio de hombres apuestos.


A partir de ese momento, cada vez que me encuentro con él, parece que me transformo en una rana porque un accidente me pasa. Primero cuando me estaba bronceado en la playa junto con los pálidos del departamento de contabilidad, parecíamos vampiros vegetarianos encontrándonos con el sol por primera vez. Sin querer me quede dormida y no sobra que les diga que la situación se enrojecido dolorosamente.


- Señorita, Señorita... -Me llama una voz que ya he oido antes, mientras me toca con suavidad tratando de despertarme.

- ¿Quién es?, ¿Quién es? -Pregunto yo mientras regreso al mundo consciente.

- Soy yo, de nuevo, disculpe, pero se ha quedado dormida y bueno, creo que es necesario que alguien le vea la espalda. -Abrí mis ojos y puedo ver que es mi príncipe Naveen, trato de ponerme de pie, pero me mareo al instante y doy un paso en falso, que termina por hacerme caer en la piscina. En el agua siento como mi encantador sapo se ha sumergido en la piscina, para poder socorrerme y llevárme al borde de la piscina.

- Permítame le ayudo, creo que se ha insolado. -Una vez dice eso, se seca con una toalla de la tumbona de al lado y me ayuda a reincorporare, para luego llevarme a la enfermería del hotel, donde confirmaron que efectivamente me había insolado.


Luego la noche siguiente, cuando estaba con los ejecutivos del departamento comercial en el restaurante de comida mexicana, lo volví a ver. Nos habían servido unos nachos con lo que pensé que era un aderezo de pimentón, pero que luego de forma dolorosa me enteré que eran chiles, pues sin darme cuenta una vez probe las entradas nachos, me sobé sin saber un ojo y no sobra decir que el pobre empezó a tener una reacción alérgica al picante del chile.


- Silvia ¿qué te pasa? -Me dice Lara preocupada al ver que comienzo a descomponerme.

- No sé, pero me ha comenzado a doler mucho el ojo, no lo puedo abrir. -Digo angustiada, tratando de tocarme la cara con la mano, pero alguien me lo impide.

- Silvia hola, parece que siempre nos encontramos en situaciones bastante particulares. -Me dice el hombre que me sostiene la mano.

- ¿Hola? -Digo angustiada.

- Naveen para ti, ¿cómo estás? -Justo después de oír ese nombre veo como aparece el sapo encantador en mi campo de visión, haciendo que además de la angustia también me sienta abochornada.

- No te sientas mal, no te dejo tocar la cara porque si no estoy mal, con ellas tomaste los nachos de la mesa, ¿Verdad?

- Si. -Digo con pena y angustia.

- Sé que estás angustiada y por tu pulso puedo concluir que además te pongo nerviosa, pero necesito que me dejes atenderte. Tu ojo está teniendo una reacción alérgica al picante, debemos aplicarle un ungüento y hielo para detener la inflamación. - Luego de decir esto, pide que por favor traigan la enfermera del hotel mientras me atiende con lo poco que encuentra en la mesa, lo primero es algo my frío, creo que es hielo lo que pone en mi cara.

- Parece que la Riviera no te quiere chica. -Me dice la enfermera al llegar.

- Que bueno que el resto de nosotros si, ahora ¿es posible que se guarde sus opiniones y percepciones y me ayude a atenderla? -Le dice de mala gana mi sapo a la enfermera, quien al oírlo le ayuda a asistirme y luego de la curación, Lara me lleva a la habitación dando por terminado el episodio que paso a ser una historia bochornosa más, en estas vacaciones.


Ahora dos días después de nuestro último encuentro, estoy recorriendo la fiesta con la esperanza de encontrarlo y de que esta vez no lo haga en medio de una situación embarazosa. Mi mirada busca entre los asistentes, en donde me encuentro con los jefes de mi amiga.


- Estás muy hermosa hoy. - Me dice Diego, uno de los socios de la empresa donde trabaja Lara.

- Ella siempre está muy hermosa. - Le responde Julian, el otro jefe y socio de la empresa, un hombre igualito a Eric el protagonista de la Sirenita. Ya sé veo muchas películas de Disney.

- Veo que por fin te ha bajado el rojo de la piel y ahora estás tomabdo un color precioso. - Me dice a Lucy, la esposa de Diego.

- Si, mil gracias por la crema. -Ella se ha portado como una mamá conmigo desde que supo de mi accidente con el sol.

- Ya te ves como una actriz de Hollywood con tu nuevo bronceado. - Me dice Marcela, la esposa de Julian con la intención de hacerme sentir bien.

- Ustedes siempre tan galantes. -Les contesto, mientras intento encontrar a mi príncipe de película con la mirada.

- ¿Buscas a alguien? -Me pregunta Marcela.

- A mi encantador sapo, con quien pienso comenzar unas vacaciones románticas y, si las cosas salen bien, convertirme en su princesa de Disney. -Mi comentario les hace reír a los cuarto.

- Por la forma en la que has construido la oración, podemos asumir que Julian y yo no somos ese encantador sapo. -Me dice en broma Diego, quien además de estar casado hace muchos años con Marcela, esta muy enamorado de ella.

- En efecto no lo son. -Les digo riendo.

- Entonces no te retrasamos más, te dejamos en libertad para que sigas tu búsqueda de ese encantador sapo. Cuando lo encuentres quiero que me lo presentes. -Esto último me lo dice Marcela en un susurro para que solo yo pueda oírla, luego me da un abrazo.

- Con su permiso, que sigan disfrutando de su velada. -Les digo.

- Ten cuidado con los moscones, que por andar buscando sapos uno no sabe. -Me dice Julian despidiéndose de mi. Justo cuando me volteo para comenzar mi búsqueda de mi sapo encantador, me vuelvo a chocar contra otra pared de concreto, mi mirada vuelve a encontrarse con los ojos avellana del hombre de piel canela, porte de príncipe de Disney y sonrisa de encanto.


- ¿Naveen? -Digo algo timida.

- Silvia, creo que estás confundida porque la noche pasada este idiota se presentó con ese nombre. Pero él es Matt, uno de nuestros mejores amigos. -Me confirma Diego.

- Mucho gusto, le digo algo tímida.

- Mucho gusto Silvia, por fin después de todas nuestras aventuras sé tu nombre. -Me dice dándome un beso en la mejilla que me eriza toda la piel. Yo al parecer me he quedado tiesa porque oigo una voz a mis espaldas que dice.

- Silvia no seas tímida, que Matt ha sido tu compañero de aventuras en estas vacaciones. Ya que se conocen, porque no te sientas con nosotros y disfrutas de una velada tranquila. -Me dice Marcela mientras me aprieta el brazo en un gesto de complicidad, al parecer ha entendido que este es mi encantador sapo.

- Estoy de acuerdo con Marcela, comparte con nosotros un rato, así Matt no se siente incomodo en medio de dos matrimonios. -Me ayuda Marcela, señalándome un puesto a su lado.

- Muchas gracias. -Justo cuando me voy a sentar, una mujer voluptuosa del departamento de ventas se acerca para saludar a mi príncipe. Perdón el calificativo despectivo, pero es que la conozco demasiado bien, es una mujer déspota, humillativa y caprichosa, claro que también debo admitir que es excelente trabajadora y ha invertido lo suficiente en su cuerpo, como para poder aparecer en cualquier catálogo de lencería.

- Matt, no te veía hace mucho tiempo. -Veo cómo comienza una conversación con quien podría haber sido mi príncipe de Disney, por lo que decido darles un espacio, no sé tocar el violín y no están jugando billar, así que hay saber cuando una batalla está perdida, decido retirarme un poco de la fiesta y caminar cerca al mar. Marcela y Lucy tratan de impedirlo, pero es que después de tantos accidentes, prefiero terminar la velada sola, solo el destino sabe que otro traspiés podría dar en presencia de Matt. Empiezo a caminar hacia el mar cuando siento que alguien me toma del brazo para detenerme.


- ¿Para dónde vas? - Me pregunta mi príncipe.

- Mmm pues no sé... -Su presencia me ha tomado por sorpresa.

- Puedo acompañarte a no sé... -Me dice, mostrándome una de sus sonrisas encantadoras.

- ¿Por qué?

- Porque quisiera pasar un rato contigo, porque quiero asegurarme de que si tienes un accidente, pueda ayudarte y porque de pronto creo que me gustaría hacerte mi princesa de Disney. -Su comentario me toma por sorpresa.

- ¿Cómo?

- Te oi mientras me buscabas en la fiesta.

- Primero, no te estaba buscando en la fiesta y segundo... ¿Dónde estabas cuando dije...?

- Estaba detrás tuyo, buscándote también.

- Que vergüenza.

- Te avergonzaría saber que también te oí decir que había logrado reemplazar al sapo de Disney. -Me tapo la cara con las manos.

- Por eso te presentaste así en la cena. Cómo Naveen.

- En efecto, estabas muy angustiada.

- Tengo una pregunta.

- ¿En serio? Pensé que tendrías un montón.

- Bueno las tengo pero la primera es ¿cómo sabes quien es Naveen?

- Mi sobrina ama esa película, por eso cada vez que voy a visitar a mi hermano, me sienta en su salita de juegos y hace que la vea con ella.

- Eres hermano de Julián. - En efecto. - Es que Sarita siempre ha tenido muy buen gusto.

- ¿Lo dices porque eres su favorita?

- Lo digo porque es la verdad. - Aunque si lo digo porque esa pequeña me ama.

- Sabes que para ella su príncipe favorito es Eric. -Este último comentario me hace dar risa. - Porque se parece a su papá.

- Lo sé, entonces ...

- ¿¿Entonces??

- ¿Me dejas convertirte en mi princesa de Disney?



Foto:https://disney.fandom.com/es/wiki/Pr%C3%ADncipe_Naveen

(1) Protagonista de la película de Disney Animada La princesa y el sapo. Tras su llegada a Nueva Orleans, es engañado por el Doctor Facilier, un hechicero de vudú quien le engaña al decirle que podrá atraer el "verde" a su vida, haciéndole creer que se refiere a dinero, pero en realidad lo que hace es que le convierte en sapo. Naveen piensa que si una chica le besa podrá romper el hecho y volver a ser humano, por lo que le pide a la protagonista Tiana que le bese. Sin embargo, en vez de convertirse él en humano, es Tiana quien se convierte en rana, dando comienzo a la aventura.


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