- Niños, hoy es el día en el que vamos a terminar el proyecto especial de Navidad, Daniel les acaba de entregar las cartulinas para que puedan hacer las tarjetas para sus mamás. Para ello tendrán que pintar las rosas rojas, como muestra de todo el amor que sienten por ellas; recuerden, la idea es que le regalen a sus mamás un ramo de flores de en sueño, en una tarjeta hecha por ustedes...
Acabo de poner en el tablero un modelo para que puedan guiarse y recuerden ¡no deben salirse de los bordes! Estoy segura que sus madres estarán muy contentas con este detalle de navidad. -Dice mi profesora y con estas últimas instrucciones, acaba con el diseño de flores espaciales que había hecho para mi mamá.
Desde que la maestra nos dijo hace unas semanas que para navidad haríamos un proyecto especial para nuestras mamás, en donde dibujaríamos algo que las haría ponerse muy contentas, comencé a mirar las cosas que le gustan a mi mamá, los colores, las cosas que mi papá cocina para nosotros, lo que ella cocina los fines de semana, las cositas que guarda en su mesa de noche, lo que lleva en su cartera, todo lo que se me pudo ocurrir, con el fin de que mi tarjeta de navidad reuniera las cosas que a mi mamá más le gustan. Luego la profesora nos indicó que dibujaríamos flores y recordé que mi papá le dio de cumpleaños un arreglo muy bonito de flores de colores.
- ¿Cómo vas a hacer tu tarjeta? -Le pregunto a Daniel, un niño muy bonito que estudia conmigo y comparte la mesa conmigo, las niñas de mi curso siempre dicen que es muy lindo, de hecho algunas han tratado de sentarse a su lado, pero él siempre termina sentándose conmigo en la mesa en la que yo me siente.
- Aún no sé, la verdad es que no soy bueno para pintar, mi papá, mi hermano y yo siempre preferimos cocinar. -Me dice mirándome empacar mis cosas en mi morral rosado de Snoopy.
- Yo le voy a hacer flores espaciales.
- Especiales. -Me corrige.
- No, espaciales, como marte, la luna.
- ¿Y cómo son las flores espaciales? -Me pregunta con una sonrisa.
- Son de muchos colores y flotan en el aire. -Le digo entusiasmada, haciendo gestos con las manos, como si las pudiera tocar en el aire.
- Y de ¿qué colores son? -Me pregunta intrigado, mientras guarda sus cosas en su morral azul con dibujos de basketball.
- Aún no lo sé. Tengo que ver los colores que tenemos en el salón, pero con tantos compañeros no he podido. -Le digo un poco desilusionada.
- Pues entonces aprovecha ahora, yo me hago el que no he terminado de recoger mis cosas. -Me dice sacando cosas de su morral, yo aprovecho y me acerco a donde tenemos guardados los colores y pinturas.
- Niños es hora de irnos. -Nos dice la profesora.
-Que pena maestra Patricia, pero es que aún no guardé las cosas en mi morral. -Y con esa excusa me ayudó a revisar, la caja de colores y pinturas, lo hice durante varios días, con el fin de escoger los más lindos.
Una vez que comenzamos el proyecto, busque los colores que más me habían gustado y con mucho empeño comencé a dibujar las diferentes flores, Daniel me ayudó a que las personas no miraran mi diseño hasta que estuviera completado y hubiera logrado hacer una bonita tarjeta para mi mamá, la tarjeta de mis flores espaciales.
Hoy solo me faltaba ponerles un maco bonito y ya habría terminado mi tarjeta, cada flor tenía un color diferente, cada uno con un significado muy especial de algo importante para mi mamá, había puesto una rosada porque es mi color favorito, morado porque es el color favorito de mi mamá, azul por ser el color favorito de mi papá, café porque a los tres nos gusta el chocolate, verde porque siempre que se pone ese color se ve muy bonita mi mamá, gris porque me gustan las corbatas grises de mi papá ...
Pero ahora, bueno ahora mi tarjeta la voy a tener que comenzar de nuevo y hacer un ramo de rosas rojas aburridas, como las de todas las tarjetas de todo el mundo. Con tristeza miro una última vez mi tarjeta y cuando la voy romper, mi compañero Daniel me detiene, la guarda en su lado del escritorio y pone una tarjeta con flores rojas en forma de corazón.
- Carolina, que bonitas flores, aunque no son como las que yo pinte, estoy segura que le van a gustar mucho a tu mamá. -Me dice la profesora mirando la tarjeta que acaba de poner Daniel en mi escritorio.
- Tus flores están muy lindas también. -Le dice mi maestra a Daniel, quien me sonríe, mientras esconde mi tarjeta original. Una vez la profesora se va a otros puestos a ver el trabajo de mis compañeros, miro a Daniel y le pregunto.
- ¿Por qué has puesto tu tarjeta en mi lugar?
-De hecho es tu tarjeta, la hice para ti de navidad. -Sorprendida por lo que me acaba de decir, miro de nuevo la tarjeta y recuerdo que le había comprado con mi mamá unos chocolates para agradecerle su ayuda con mi tarjeta y como regalo de navidad. Busco en mi maleta y saco los chocolates y se los entrego.
- Mira yo también tenía un regalo de navidad y de agradecimiento por tu ayuda con mi tarjeta. - Daniel mira mis chocolates y me dice.
- Bueno mi tarjeta es de navidad y además tiene una petición dentro. -Cuando la abro veo que dice.
- ¿Quieres ser mi novia? -Levanto mis ojos y puedo ver que esta muy rojo y creo que está aguantando la respiración. Lo veo y me doy cuenta que me gusta mucho y me gusta mucho pasar tiempo con él, por lo que le digo que si con la cabeza. El toma mi mano y la aprieta un poco, con una sonrisa en la cara. Suena la campana, anunciando que hemos terminado la jornada de estudio y saldremos a vacaciones de navidad.
- Niños les deseo unas felices navidades llenas de bendiciones y mucho cariño, estoy segura que a sus mamás les va encantar la tarjeta que le han hecho. -mientras la profesora dice eso, veo como Daniel saca mi tarjeta de su lado de la mesa y me dice:
- Puede que a la profesora le gusten los ramos de rosas rojas, pero a tu mamá y a mi, nos gustan más las flores espaciales.
Quien iba a decir que después de casi treinta años, esa sería la tarjeta que Daniel escogería para invitar a nuestros amigos y familiares a nuestro aniversario de matrimonio.
Nickole Naihaus L.
Nickole Naihans L
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