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El Anillo


En medio de la terraza de un hermoso restaurante francés, rodeados de una decoración barroca, con cuadros flamencos, algunas gárgolas pintadas de dorado, muchos arabescos, sillas y muebles con terciopelos y muchos más elementos curiosos; mi mejor amigo y yo hemos escogido la zona de la terraza para, no solo disfrutar de un copioso desayuno, sino que poder hacerlo en un día precioso, donde el sol es el protagonista de una mañana cargada de positivismo. Hace varias semanas que no habíamos podido reunirnos, los compromisos de trabajo y nuestras agendas sociales no nos lo habían permitido, por eso hoy decidimos dedicarnos la mañana completa para actualizarnos en nuestras vidas. Mientras la mesera nos sirve nuestras infusiones, Andrés me pregunta:


- ¿Puedo preguntarte por qué le has devuelto el anillo? o mejor, ¿Por qué se lo quitaste en primer lugar?

- ¿A mi esposo? -Le contra pregunto.

- ¡¡No!! al mesero, me extraño mucho que no te denunciara ante las autoridades. Obvio que a tu esposo. -Me dice en tono condescendiente.

- Es una historia un poco larga de contar. -Le digo con la intensión de desanimar su curiosidad y de que cambie de tema.

- Tengo un jugo de naranja, unas tostadas francesas, unos huevos revueltos y una infusión todavía por comer, por lo que puedo afirmar con toda seguridad de que tengo tiempo para dedicarle a escuchar tu historia. -Me indica, para luego tomar un sorbo de su jugo de naranja recién exprimido.

- Perfecto, tu lo has pedido, pero debo decir que es algo difícil de explicar.

- Creo que después de más de 10 años de amistad, has comprobado que no soy corto de miras. -Me dice con suficiencia.

- Está bien... todo comenzó a las pocas semanas de que regresamos de la luna de miel. -Le digo mientras corto un poco de la fruta de mi plato.

- ¿Qué exactamente fue lo que comenzó una vez llegaron de la luna de miel? -Me dice Andrés intrigado.

- Que Ari comenzó a decirle a las mujeres hermosas, diversas y bueno, a las féminas que se le acercaban, le cortejaban o coqueteaban y abro comillas: "lo siento, pero es que estoy casado" y les mostraba el anillo. -Le digo haciendo la mímica de mostrarles el anillo de casada, así como solía hacerlo mi esposo.

- Y tú, como es lógico te molestaste. Es infame que un esposo le guarde respeto a su mujer, ¿cómo se atreve a andar pregonando su status marital a cualquier mujer interesada? -Me interrumpe con un tono impertinente.

- En efecto me molesté bastante, pero no porque me guarde respeto como esposa, sino por el hecho de que lo hacía, de una manera bastante rastrera.

- Ok, si es bastante difícil de entender. -Me dice Andrés un poco perdido.

- A ver, es que Ari estaba haciéndole entender a las mujeres que, de no estar casado, de no tener el anillo de matrimonio, con mucho gusto tendría algún tipo de relación con la interesada. -Al decir esto, dejo a mi amigo un poco menos perdido.

- Te explico, hace 20 días más o menos, asistimos a una cena en la casa de unos amigos míos, estábamos reunidos con varias personas, algunas conocidas y otras no. Desde que llegamos al lugar, pude sentir que una de las mujeres se interesaba en exceso por Ari.

- Eso es lo que tiene casarse con un hombre atractivo. -Me recuerda.

- El hecho de que despierte el interés del sexo opuesto y bueno del mismo sexo, no me resulta molesto. A ver, yo sabía con quien me estaba casando y entiendo que cualquier persona con sangre en las venas y ojos para ver, encuentre a mi esposo atractivo, el asunto va por otro lado.

- Ok. ¿y es cuál?

- Mientras estaba hablando con algunos de los invitados, pude oír a Ari decirle a la mujer, la fémina interesada en él "lo siento, pero es que..." y le mostró el anillo. En ese momento me provocó matarlo, por lo que le llame y le dije:


- Ari, que pena interrumpir pero, ¿puedes venir un momento?. A lo que el responde de manera inmediata Claro Isa. En el momento en que lo tuve cerca, aproveche para pedirle que me mostrara el anillo, le convencí de que había visto algo malo en él. Cuando me lo entregó, yo lo tomé y lo puse en la cadena que tenía al cuello.


- ¿Y qué te dijo Ariel?- me pregunta Andrés.

- Pues me preguntó qué estaba haciendo. -Le digo con naturalidad.

- ¿Y tú que hiciste?

- Pues retomé mi conversación con los demás comensales.

- ¿Y Ariel no te lo pidió de vuelta una vez llegaron a la casa? -Me pregunta Andrés.

- En efecto lo hizo y no solo cuando llegamos a casa, sino en varias oportunidades.

- Osea que lo entregaste por la insistencia. -Me dice convencido de que ha resuelto el misterio del anillo.

- ¡Nop! lo hice cuando consideré que había entendido la razón por la cual se lo había quitado.

- ¿cómo?

- Que no se lo entregué por su insistencia, sino cuando lo consideré preparado para usarlo.

- ¿Quién eres Tony Stark? - Dice Andrés.

- ¿Cómo?

- Cuando le quita el traje a Spiderman y le dice, "si no eres nadie sin el traje, no deberías tenerlo". -Me aclara Andrés.

- Exactamente. - Lo has entendido.

- Podías haber comenzado por ahí. -Me dice Andrés.

- Tony Stark ha salvado nuestra conversación.

- Y el mundo. -Dice Andrés. - Entonces, ¿qué hizo para demostrar que era Spiderman con o sin traje?

- El viernes pasado estábamos con varios compañeros de su oficina tomando un café.

- ¿Cuándo nos encontramos?

- En efecto.

- Había una rubia voluptuosa, que valía una presentación. -Me dice.

- ¿Quieres que le diga a Marcela a ver si salen los tres? -Marcela es la esposa de Andrés.

- Aunque cantó bonito, ya es tarde para ser un castrado. -Me dice mientras se come una fruta de mi plato.

- La vedad es que si está tarde. -Le digo riéndome.

- ¿Estamos teniendo problemas para enforcarnos?, estaban con la mujer voluptuosa y otros compañeros de Ariel ¿¿y??

- Y resulta que la colega voluptuosa y rubia siempre ha estado enamorada de él, pero como que siempre había sido discreta, pero ese día le dijo: "Ari una pena que estés casado, de lo contrario ten por seguro de que no te me escapabas."

- ¿En frente tuyo? -Me pregunta Andrés entre curioso e indignado por semejante atrevimiento.

- En efecto, de hecho no enfrente yo estaba de lado de ella.

- Y ¿qué hizo Ariel?

- Le contestó mostrando sus súper poderes de esposo: No Magda, no lo has entendido, tu y yo no estamos juntos no porque me haya casado con Isa, el asunto es que yo me casé con Isa porque no deseo estar con otra mujer, ella es la única mujer con quien quiero estar, ella es mi langosta.

- ¿Langosta? -Me dice Andrés riendo.

- Como en la serie de televisión, cuando uno de los protagonistas dice que las langostas buscan una pareja para reproducirse y pasar su vida. Idiota son una especie leal y fiel. -Le digo al ver que le da risa.

- Ok, extraño, pero lo voy a dejar pasar. Entonces ¿qué paso? -Me dice a la mitad de sus tostadas francesas.

- Pues que le entregué su anillo de matrimonio.

- Claro, tiene toda la lógica del mundo. -Me dice sarcástico.

- La tiene Andrés, porque Ari por fin entendió que él es Spiderman con o sin el traje. -Andrés me mira como una criatura perdida en la vida.

- A ver, el asunto no va de que no pueda tener relaciones con otras mujeres porque esté casado conmigo, el anillo es una promesa que nos hicimos los dos, no una cadena que le puse para privarle de libertad alguna.

- Eso lo entiendo. -Me dice.

- Lo entregué, porque me demostró que ha entendido que no tiene porque escudarse en el anillo, para rechazar a las mujeres con quienes no quiere estar. Sino que debe ser Spiderman y rechazar a las mujeres, porque es conmigo con quien quiere estar. -Mi razonamiento le ha dejado sin palabras.

- Menos mal tenía un desayuno de reyes, porque si no me lo cuentas con lujo de detalles no lo entiendo. -Me dice terminando sus huevos revueltos.

- ¿A que ahora tiene todo el sentido del mundo?, ¿Cómo te sentirías tú, si Marcela le dice a todos que si no fuera por su compromiso contigo, estaría con todos los hombres que le propusieran una aventura?

- Entendido, ahora como para que se le pierda el anillo a Ariel.

- No pasaría nada, esto no es El Señor de los anillos y Ari no es Frodo. Ese anillo es una representación de algo más profundo, su fidelidad depende de él y solo de él, no de un anillo.

- Muy profundo, menos lo de Frodo claro está. -Me dice riéndose.

- Tu ríete ahora, pero que la vi completa por nuestra amistad, cuando salí del cine no sentía la parte inferior de mi cuerpo. -Al final quería que lanzaran el anillo con Frodo incluido al abismo.

- ¿Quieren algo más? - Nos pregunta el mesero.

- Un momento le pregunto a mi amiga, ¿le has robado a tu marido alguna otra cosa de valor?, ¿alguna que tenga una historia igual de interesante que esta?

- Nos trae dos eclairs y dos infusiones...



Nickole Naihaus L.

Nickole Naihans L.

Nickinaihaus.



foto: https://www.vancleefarpels.com/us/en/collections/engagement/wedding-bands/classic-wedding-band.html







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