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Las cartas



Han pasado más de 6 horas desde que llegué al aeropuerto y en ese tiempo he dado un total de 21 vueltas por los alrededores, 10 por el parqueadero y si la memoria no me falla voy para mi octavo café; a este ritmo voy terminar con una taquicardia que me llevará al hospital antes de que pueda ver a Ilie.

¿Quién es Ilie?, ¿Por qué la espero con tantas ansias? y lo más importante ¿por qué estoy desde tan temprano esperándola?. Ilie es la mujer con quien compartiré el resto de mi vida, la espero desde tan temprano porque, bueno les va a parecer una locura pero ella no sabe que la estoy esperando, y la espero con tantas ansias porque hace más de dos meses que no hablamos y aunque me duele aceptarlo, estamos alejados por culpa de mii indiferencia y estupidez; permítanme explicarles:


Hace dos meses y 12 día sufrí una lesión en las rodillas luego de un partido profesional,

esta lesión me dejó impedido y tuve que someterme a dos cirugías y una recuperación larga. Como deportista profesional estoy acostumbrado a este tipo de situaciones, por lo que tenía súper claro ¿cómo sería el proceso de recuperación al que debía enfrentarme? así que tome una decisión, la cual en retrospectiva no fue la mejor. En mi defensa, quise protegerla de todo ese infierno por el que iba a tener que pasar y por eso la alejé un poco, no quiero que piensen que soy una mala persona, en realidad creía que estaba haciendo lo mejor, no quería que tuviera que pasar sus días en un hospital mientras yo trataba de salir adelante de una mala situación.


Debo admitir que fueron semanas muy difíciles, en las que no paré de pensar en ella, por eso una vez pasaron las cirugías y me encontré mejor, justo el día en el que me daban el alta del hospital la llamé, quería verla, abrazarla y decirle lo mucho que la había extrañado, pero resulta que cuando me contesto, me dijo que estaba en el aeropuerto esperando su vuelo para realizar una pasantía en el extranjero:


- ¿Me estás dejando? -Le pregunté alarmado.

-¿Acaso no me dejaste tú cuando entraste al hospital? -Me dice dolida y sus palabras me lastiman más que la lesión en las rodillas.

-¿Cómo podrías saberlo?, si nunca viniste a verme. -Le digo en tono de reproche.

-Me parece mezquino de tu parte que pienses que podría hacer algo así, pero la verdad es que no tengo mucho tiempo para esta conversación, así que para que te enteres de ¿cómo fueron en realidad las cosas?, por favor dile a la enfermera Aida que te entregue las cartas que me tienes guardadas y cuando las leas, por favor no me llames, de hecho no me busques hasta que encuentres el modo de disculparte conmigo. -Me dice Ilie antes de colgar la llamada, sin darme la oportunidad de despedirme de ella.


Con la curiosidad por saber ¿de qué cartas me habla Ilie? voy hasta la sala de enfermeras para encontrarme con Aida, a quién veo sentada compartiendo un café con sus compañeras, por lo que con mucho tacto le pregunté a si sabía algo sobre unas cartas que me habían dejado:


-Claro, las cartas que te dejo Ilie. - Me dice mientras se acerca a su escritorio y abre un cajón.

-¿Conoces a Ilie? -Le pregunto extrañado.

-Pero por supuesto, vino todos los días a verte. -Me contesta.

-¿Y por qué nunca entró a verme? -Le digo confundido.

-La verdad es algo que me preguntaba, porque siempre que venía nos preguntaba si habías preguntado por ella y cómo le decíamos que no, nos pedía que te guardáramos una carta y que te la diéramos sólo si preguntabas por ella. -Y dicho eso me entrega una cantidad de cartas, son más de diez.

-Es una carta por cada día que has estado ingresado en el hospital.

-Esta es la última comunicación que trajo el día de hoy, justo antes de ir al aeropuerto. Como me imagino que vas a leerlas, te acompaño a tu habitación para que lo hagas en la privacidad de tu espacio. -Me dice antes de caminar conmigo hasta mi cuarto.


Estuve más de dos horas leyendo cada carta, en donde Ilie compartía sus sentimientos conmigo, me brindaba apoyo y no hubo una donde reprochara mi actitud, todas estaban cargadas de amor y sobretodo fortaleza, si antes de leerlas estaba seguro de que amaba a Ilie, luego de hacerlo estuve seguro de que quería pasar el resto de mi vida con ella.


Es por eso que hoy me encuentro en el aeropuerto,, esperando en la puerta de salidas a que ella aparezca, aunque ahora que lo pienso no elaboré un gran plan para reconquistarla, de hecho ella podría estar llegando con un nuevo amor.


La veo salir con su maleta de color rosa, está hermosa, me acerco para que me vea, algo que no es difícil de hacer, después de todo modo 1.96 mts, algo realmente conveniente en casos como este. Me acerco con el corazón en la garganta y justo cuando voy a llegar a la primera fila entre los pasajeros que están esperando a sus seres queridos, veo que un hombre le ofrece su brazo y ella lo toma sonriendo.

Creo que mi corazón se ha saltado un latido, y aunque en estos días tuve miles de pesadillas cómo está, puedo decir con toda la seguridad que me acompaña, que la realidad duele mil veces más. Trato de escabullirme entre las personas antes de que me vea, veo a un hombre que parece esperar a su pareja y justo cuando le voy a dar la caja de rosas que había comprado para Ilie, oigo una voz que me pregunta:


-¿A quién piensas regalarle mis flores? - Me pregunta Ilie.

-Ilie… ¿cómo..? -La verdad es que no tengo la fuerza suficiente para ver a Ilie con su nuevo amor.

-Disculpe señor, ¿Le molestaría devolverme las rosas?, el idiota de mi prometido olvidó que dentro de la caja no sólo iban rosas, también hay un anillo muy costoso. -Le dice Ilie al sujeto, quien le entrega la caja con una sonrisa.

-¿Tu prometido? -Le digo mientras me volteo a verla.

-¿Y el hombre…? - Le pregunto al ver que ya no está con el hombre que le ofreció el brazo.

-¿El Apuesto hombre que me prestó su brazo y…?

-No se si era apuesto…

-Es realmente apuesto, ¿quieres que le llame?, seguro él y su esposa están riéndose de ti camino a su carro. -Ahora entiendo que el acto del brazo fue su forma de castigar mi comportamiento durante estos meses.

-¿Cómo supiste que estaría…?

- Tu hermana me dijo que me estabas esperando, que no te había dicho la hora, por lo que seguro ibas a estar desde la mañana en ele aeropuerto; así que me pareció la venganza perfecta por tu comportamiento infantil de estos meses.

-No sabe cuanto lo lamento. -Le digo realmente arrepentido.

-Según tu hermana y el tamaño de la caja de rosas, mucho. -Me dice mientras comienza a caminar hacia el parqueadero.

-Te prometo que no volveré a portarme de esa forma.

-Para que quede claro y con el fin de evitar que este suplicio se vuelva a repetir te digo:

  1. Si me vuelves a alejar en alguna de tus batallas, esto se termina.

  2. Aunque no me lo has dicho aún, obvio que acepto ser tu esposa, el anillo me lo das en un acto más romántico.

-¿Más romántico que esperar todo el día, desde las 06:00 de la mañana a que aterrice u vuelo?

-Mucho más, ahora tengo mucha hambre, así que luego de que le hayas agradecido a todos y cada uno de los dioses de Olimpo, la suerte que tienes de que haya aceptado ser tu esposa , llévame a comer.

-De hecho, como sabía que tendrías hambre, tengo el sushi del restaurante que te encanta en el carro.

- Y es por cosas como esas que sé que serás un gran esposo. -Me dice con una sonrisa que me llega al alma.

- Pero antes...-Le digo, acercándome para darle un beso, el primero de nuestra vida como esposos.


Nickole Naihaus L

Nickole Naihans L



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