Recuerdo que...

Estaba en la preparatoria cuando le conocí, en ese entonces era una adolescente muy espontánea y bastante extrovertida para mí propio bien; con mi mejor amiga María, siempre seguíamos nuestros impulsos y actuábamos en consecuencia a lo que nos dictaban nuestros corazones.
Recuerdo que fue una tarde muy linda, justo después de que se terminaron las clases del día y comenzaron las actividades extracurriculares. Estaba sentada con mi mejor amiga en las gradas del coliseo, mirando a nuestros amigos de curso prepararse para jugar Basket contra uno de los colegios más reconocidos de la ciudad y al parecer con un récord impecable de victorias, cuando vi entrar el hombre más espectacular del mundo al coliseo. Alto, con unas facciones muy masculinas, me llamó la atención su mirada curiosa con sus grandes ojos azules impresionantes, el pelo negro, luce su atlética figura demostrando que se encuentra en excelente forma.
-¡¡Puedes dejar de mirarlo fijamente!! -El comentario de María llamó mi atención.
-Se va a dar cuenta de que estás embobada mirándolo. -Me aclaró al ver mi cara de sorpresa.