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El futbolista


Hoy me he levantado un poco tarde de lo que tenía planeado, por lo que me dirijo de manera apresurada a la librería, con el fin de llegar antes de que salga a su hora de almuerzo la dependiente que me conoce, para que me ayude a buscar la segunda entrega de la saga de detectives que me ha quitado el sueño durante una semana, en mi recorrido paso por un hermoso hotel de lujo, ubicado a unas pocas cuadras de la plaza central, su majestuosidad me impresiona y hace que desacelere para poder observarlo con más detenimiento.


Con varios hombres vestidos de traje en la entrada, algunos con porte de guardaespaldas, otros al parecer son huéspedes que han salido a fumar, cruzo la entrada con su puerta giratoria y me dirijo a la esquina del hotel, en donde me encuentro con unos ventanales enormes, que me permiten ver al interior de lo que parece un restaurante con vista a la calle. Me detengo un instante y confirmo que en el interior se encuentran varios comensales hablando, algunos han pedido vino, otros cerveza, puedo ver en las mesas platos con pasta, paso mi mirada hasta la mesa de la esquina, en donde un hombre atrae mi mirada.


Esta sentado con un otro hombre, no es particularmente apuesto, de hecho tiene los ojos pequeños, las orejas grandes y su nariz algo prominente, tiene una barba cuidada y el pelo recogido en una moña. Aunque está sentado puedo ver que es bastante alto, por la forma en la que su torso sobresale de la mesa, no logro reconocer qué es lo que lo hace tan llamativo, pero hay algo en él, tal vez la seguridad que proyecta, la tranquilidad o su porte, pero su presencia es impresionante, podría decir que casi hipnótica. Al parecer me he quedado viéndolo bastante tiempo, porque he atraído su atención, trato de superar la pena y le sonrío a manera de saludo, el me responde levanta su vaso de agua y brinda conmigo, yo le vuelvo a sonreír y continuo mi camino.


Al llegar al final de la cuadra, puedo ver que en la plaza hay una especie de celebración o evento, porque veo a muchas personas gritando, espero unos segundos mientras el semáforo se pone en verde para los peatones y miro la hora, faltan 15 minutos para que Aida la dependiente salga a almorzar, por lo que decido cortar camino atravesando la algarabía de la plaza, la librería está en la esquina de ese mar de gente.


El semáforo cambia y yo me encamino hacia la librería, justo cuando me encuentro en la mitad de la plaza, de un momento a otro el ambiente cambia y se torna violento. Siento como se gritan los unos a los otros:


- Como siempre, los morochos son unos tramposo. -Grita un chico con una camiseta azul..

- Ustedes como siempre malos perdedores. -Le responde un chico con la cara pintada de rojo.

- Fue evidente que el gol se hizo con la mano, pedazo de ...- dice un chico un guante azul, lo que provoca la ira de un joven corpulento, quien se abalanza sobre el hombre de la cara pintada.


Trato de retroceder pero me es imposible, porque justo en ese momento recibo un golpe en la espalda que me saca el aire, comienzo a perder la calma y alterarme, me doblo del dolor y de la desesperación, la cual se acrecienta cuando veo que otros jóvenes se han unido a la pelea. Justo cuando pienso que no voy a salir bien librada de esta situación, siento que unos brazos fuertes me levantan por las rodillas y la espalda, levanto mi mirada para encontrarme con los ojos del hombre del restaurante.


- Menos mal eres tú. -Le digo, mientras siento que nos golpeamos con algunos cuerpos. Él no me responde nada, por lo que continuo.

- Mucho gusto, soy Nancy. -Me presento y en ese momento recibo un codazo en la cara, lo que hace que me encoja contra su cuerpo.

- ¡Protégete con mi cuerpo! -Me grita y continua diciendo entre dientes. -¿A quién se le ocurre atravesar una plaza llena de hooligans (1), justo en el día del partido de futbol de la revancha? -No sé si me está preguntando o más bien, está reflexionando sobre mi imprudencia.

- Lo siento. -Le digo avergonzada, mientras trato de protegerme de los disturbios.

- Tranquila. -Me responde.

- ¿Cómo sabías que estaba acá? -Le pregunto contra su cuello. El hombre sigue caminando hasta que salimos de la plaza y nos internamos en el hotel de lujo. Al llegar al hotel puedo percibir que es alguien reconocido, porque todos se le quedan mirando.

- Porque te seguí. -Me dice como si fuera más lógico y racional.

- ¿Disculpa? -Le pregunto mirándole a los ojos.

- No te preocupes, vas a tener toda la vida. -Me dice mientras me sienta en un sofá de una salita y pide al personal del hotel que llamen un médico para que me revise. Uno de ellos le dice a una mujer que el delantero de la selección necesita un médico.

- ¿Para que voy a tener toda la vida? -Le pregunto, una vez se ha sentado frente a mi.

- Para conocerme y resarcirme los golpes que me gane por rescatarte.- Cuando termina la frase, repasos sus brazos fornidos y puedo ver algunos rasguños y golpes.

- Puedo preguntar, ¿por qué toda la vida?

- Porque vas a casarte conmigo. -Me dice con la seguridad de un hombre que escribe con determinación una historia de amor.



Nickinaihaus

Nickole Naihaus

Nickole Naihans


  1. Holligans: térmno utilizado para nombrar a los hinchas de nacionalidad británica que producen disturbios o realizan actos vandálicos




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