Zurriago
Actualizado: 13 ago 2022

Espero el golpe, pienso en como la piel se abrirá con violencia, debido al crudo impacto del cuero y la fuerza con la que el zurriago está siendo azuzado por su dueño. la escena pasa enfrente de toda la plaza, veo como mis amigos, algunos conocidos y las demás personas de la plaza miran con desprecio al español, sé que quieren intervenir pero tienen miedo, las barbaridades cometidas contra el héroe Camilo Torres, cuyo cuerpo fue desmembrado por las extremidades, las cuales han sido ubicadas en las cuatro entradas de la ciudad, con la intensión de horrorizarnos, es más, una amiga me contó que una de las criadas que trabaja en la casa vecina vio su cabeza, cuyo rostro había sido desfigurado por las balas, colocada en una lanza en la plaza para mayor escarnio público.
La impotencia que me genera el no poder revelarme ante la violencia de un invasor, un enemigo de las libertades, un ladrón, un hombre que desde que llegó a nuestra tierra no ha hecho otra cosa más que violarla, a nuestras costumbres, nuestras creencias, nuestra familia, nuestra gente, hace que las lágrimas comiencen a brotar y todo el estoicismo que trato de tener en el momento comience a flaquear.